martes, febrero 24, 2015

Rediseñan al nuevo ser humano

El ayuno

Durante mi etapa de estudiante en el Instituto “Gregorio Méndel”, de Guadalajara, Jal., se nos obligaba a ayunar una vez al año. Por lo general, era en la Cuaresma.

Como estudiante, en pleno desarrollo, el hambre es inmensa todos los días y más en nuestro caso que, además de estudiar, practicábamos algún deporte formal y cumplíamos labores cotidianas de asear el instituto, servir la mesa y cuidar el aseo personal.

Por eso, jamás entendí el porqué del ayuno. Mucho menos que fuera parte del cuidado de la salud.
Ahora, comprendo mejor ese método saludable y sé que es parte de la conservación del equilibrio en el organismo.

“El Dr. Michael Mosley, un médico como yo (dice el Dr. Joseph Mercola, al escribir sobre el ayuno), escribió un libro bestseller sobre este tema, aptamente llamado "The fast diet: lose weight, stay healthy and live longer with the simple secret of intermittent fasting" (La dieta rápida: baje de peso, manténgase sano y viva más con este simple secreto del ayuno intermitente), señala Mercola.

“Como periodista de la BBC en el Reino Unido, Mosley realmente ha ayudado a popularizar una de las intervenciones médicas más poderosas que he encontrado para ayudar a las personas a normalizar su peso; estoy hablando del ayuno intermitente”, agrega.

Antes, “mostré algunos de esos documentales de televisión sobre el ayuno intermitente y el ejercicio de alta intensidad. En los programas, Mosley habla sobre su propio viaje de salud, muestra cómo pasó de tener sobrepeso, ser diagnosticado con diabetes y colesterol alto, a recuperar su salud”, precisa Mercola.

Como estudiante, el ayuno al que nos obligaban en el instituto Mendel, era el clásico: nada de alimentos durante el día, a excepción de una colación (refrigerio mínimo) al mediodía, hasta por la tarde cuando comíamos.

El tipo de ayuno es difícil de realizarlo por la población en general, por lo que Mercola diseñó el ayuno intermitente, consistente en saltarse una comida que es, por lo regular, el desayuno.

Los norteamericano realizan cuatro comidas al día: desayuno, almuerzo, comida y cena; los latinos sólo tres: desayuno o almuerzo, comida y cena.

"Mi médico quería que comenzara a tomar medicamentos. Pero yo le dije quiero ver si hay algo mejor y alternativo por ahí," dice Mosley. "Comencé a explorar y me encontré con el ayuno intermitente”.

Este tipo de ayuno es un término general que cubre una amplia gama de diferentes programas de ayuno. Sin embargo, como regla general, consiste en la reducción de calorías por completo o en parte, ya sea un par de días a la semana, cada dos días o incluso todos los días, como en el caso del régimen de alimentación programada que utilizo, expone Mercola.

“Otra versión del ayuno intermitente y una que personalmente recomiendo para la mayoría de las personas con sobrepeso es simplemente restringir la alimentación diaria durante un periodo de tiempo, como un lapso de ocho horas. Es más agresivo y, como resultado, las personas ven resultados más rápido”.

También “he experimentado con diferentes tipos de alimentación programada durante los últimos tres años y personalmente prefiero éste, ya que es realmente fácil de hacer una vez que su cuerpo ha cambiado el modo de quema de azúcar a quema de grasa como su combustible principal.

“Ahora, a usted le da hambre porque su cuerpo necesita combustible. Pero la gran mayoría de las personas en el mundo, sobre todo en el desarrollado, están comiendo alimentos que inhiben severamente su capacidad de producir lipasa y utilizar la grasa como fuente de energía.

“La lipasa se inhibe por los altos niveles de insulina y su insulina aumenta en respuesta al consumo de alimentos ricos en carbohidratos.

“Cuando ayune, le recomiendo poner especial atención no sólo en la frecuencia de sus comidas, sino también en la calidad de los alimentos que consume. Creo que es importante llevar una alimentación que sea:

“Rica en grasas saludables. Muchas personas se beneficiarán si del 50 al 85 por ciento de sus calorías diarias provienen de las grasas saludables, como las del aguacate, mantequilla orgánica, yemas de huevo orgánicas, aceite de coco, frutos secos crudos como la macadamia, nueces y piñones.

“Cantidades moderadas de proteína de alta calidad provenientes de animales criados orgánicamente y alimentados con pastura. Es probable que la mayoría de las personas no necesite más de 40 a 80 gramos de proteína al día.

“Cantidades ilimitadas de vegetales frescos, idealmente orgánicos. A este ayuno se suma el ejercicio, sobre todo, de alta intensidad”, señala Mercola.

El mejor ejemplo del ayuno como factor de salud está en los animales que en su estado natural cuando se sienten mal no comen.

Actualmente, debido a la fuerte comercialización alimentaria, las mascotas entraron a esta etapa y las consecuencia son visibles. Animales más obesos y enfermos como resultado de ese cambio de dieta, contrario a lo que dicta la Naturaleza.

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